Las paredes son sin duda una de las superficies donde más se utiliza la pintura como recubrimiento, aunque sus usos son muy variados ya que pueden utilizarse para dar una segunda vida a muebles, puertas de paso, de armarios, suelos, etc.
La pintura permite crear multitud de combinaciones al poder jugar con los colores, los efectos y texturas. Desde propuestas más convencionales a propuestas más arriesgadas para destacar un elemento concreto de la estancia. Los contrastes y combinaciones, son cada vez más utilizados en cocinas y baños, donde se necesitan pinturas con propiedades impermeables, productos lavables, antihumedad, etc.
La pintura se emplea para transformar el aspecto de una superficie, sea cual sea su dimensión, u objeto. El fin no es otro que embellecer la apariencia, reforzar la resistencia y durabilidad del elemento sobre el que se aplica.
La pintura exterior se utiliza para superficies exteriores como paredes, puertas, barandillas, rejas y vallas. La pintura exterior además de cumplir una función estética cumple una muy importante, que es proteger las superficies de las inclemencias del tiempo, como el sol, el frio, la humedad o la lluvia. Esta pintura debe tener unas características específicas para evitar por ejemplo el óxido provocado por la humedad y el agua, o que sea resistente a la decoloración que produce la exposición al sol.
Ya sea actualizar tu vivienda, dar una segunda vida a tus muebles o mejorar el aspecto de algún elemento, nosotros lo realizamos, ¡animate!